miércoles, 21 de julio de 2010

Un eco silencioso me despierta

Un eco silencioso me despierta
a la mañana, me recuerda que existes,
que conozco la dicha de encontrarme contigo.

A mi oído despacio va diciéndote entero,
recreando tu imagen, dibujando nostalgias,
releyendo la página que escribimos anoche
para volver a verte, aunque sea de memoria.

Cada gesto de ti me lo recuerda
este eco, traidor de mis silencios,
y me habla de sueños que no tienes
y me enreda con grandes esperanzas.

Al vestirme repito soñolienta
este eco de ti que me acompaña.
Al salir a la calle puedo verte
en el niño que cruza,
en la anciana que pasa,
en el árbol que busca el cielo con sus ramas.

Así soy yo, como un árbol, fabricando universos,
entretejiendo sueños a la par que mis deseos,
sin conciencia, ni ganas
de volver a la vida
cotidiana,
ni comprobar fácticamente los días de ilusiones
que he ido recontando desde que este eco me despierta
a la mañana.

---------

Es maravilloso haber escrito cosas hace 15 años
que me sigo recitando a veces...

10 comentarios:

  1. Autoconsistencia. Es genial cuando descubres que eres consistente contigo misma. Como cuando oyes una canción que te gusta y la bajas de internet, sólo para descubrir que ya la habías bajado hace tiempo; o como en este caso, que relees algo del pasado y sigue estando tan vigente como si lo acabaras de escribir. La autoconsistencia es una de las sensaciones más agradables que conozco :)

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bonito, Danaide! Me lo perdí en su momento, con el frenesí pre-estival y, ya ves, ahora lo disfruto en la calma agosteña. Pero te hago notar que está a punto de cumplirse un mes sin una entrada en tu blog, y eso es demasiado para tus fieles seguidores. Y ya puesta, a ver si te animas a poner algo más reciente...

    ResponderEliminar
  3. Verdad, Cris, yo he llegado a sacar tres veces el mismo libro de bibliometro, ¡con lo despistada que soy!
    Aunque me refería más bien a que lo escribí en unas circunstancias muy concretas pero con el paso del tiempo me ha venido a la mente en muchos otros momentos de mi vida.
    En parte es por eso que lo comparto, lo mismo encuentro a algún lector que se sienta identificado :)

    ResponderEliminar
  4. Cuánta razón tienes... ¿Será que aún estoy deshaciéndome de mis miedos y voy a lo seguro? Tal vez sea el momento de tirarme a la piscina del todo, aprovechando que es agosto y el agua resulta menos fría :)

    ResponderEliminar
  5. Hace seguro más de 15 años que el eco te despierta despacito de vez en cuando, para recordarte todos los sueños, universos y deseos que el hermoso árbol que eres atesora.
    Hoy escuchas el eco y, a través de la palabra, apareces. Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  6. Me encanta la imagen del árbol, sabía que te fijarías en ella :)
    Me queda aún mucho por aparecer, pero poco a poco, y gracias!

    ResponderEliminar
  7. En mi nula formación poética (solo el Padre Gago con sus declamaciones de prosa poética en el año 1965 o así) leo y me emociono. Como cuando veo una catedral y digo: grandiosa, magnífica, pero que no me pregunten por estilos ni épocas.
    Leerte me lleva a una visita a París (4 de agosto de 1995, hace ahora justamente 15 años) y un paseo precioso, llevado de tu mano, por el museo Rodin donde solo esperaba encontrar “El Pensador” y fueron aquellos mármoles tan puros lo que más me llegaron: “El Beso”, “La mano de Dios” y esa “Danaide” reflejada en un espejo.
    Y tú, apareciendo por detrás con tu peto rojo y el pelo moreno a lo garçon.
    Luego en el jardín, la sobrecogedora historia de “Los Burgueses de Calais” , y París al fondo…
    Sigue, por favor.
    Un fortísimo abrazo
    JV

    ResponderEliminar
  8. Sí, lo que tiene la formación poética es que no se enseña en el colegio, una lástima. Pero la sensibilidad está ahí, y cuando está se ve.
    Ese viaje fue precioso y divertido, vamos, como tienen que ser los viajes. Y cuando hemos vuelto a ver el vídeo me ha gustado que recordases La Danaide a tu modo :)
    Yo ya estaba animada a seguir, pero cuando me lo pides tú, ¿qué puedo decir?
    Tus palabras son muy importantes para mí, papá. Gracias.

    ResponderEliminar
  9. Ya lo has encontrado. Totalmente identificada contigo. Yo, como Arturo, me he perdido esto. Bueno me he perdido todo porque me he pasado el verano sin entrar. Pero ahora, con esta "mood" que me da el otoño me sabe mejor. Llevo llorando ya un ratito, ¡no te digo más! Maaaari.

    ResponderEliminar
  10. Ay Mari, qué bonito. El otoño es lo que tiene, que como dices los poemas saben mejor...

    ResponderEliminar