viernes, 4 de noviembre de 2011

Que te vengas (II)

Y si yo sólo quiero que ames,
sólo quiero
que te llames de otro modo,
que dejes de ser feliz sin mí,
ahí, en Sevilla,
que dejes de pasearte por tu ciudad
como si fuera la tuya,
que dejes de tenerme aquí
como un pasatiempo.

Y si consigo eso, y si me amas
y si resulta
que ya me amas
y que soy tu mitad y tu presente.
Entonces
tendría que admitir que te he buscado,
tendría que admitir que ya tengo lo que busco.

Y ahora qué,
ahora ya no podría quejarme,
ahora ya podría ser feliz,
tendría incluso que ser feliz.
Y ahora qué sino una rabieta que otra
reclamando reclamando reclamando
tu atención a cada instante.
Porque no he parado hasta dar con un hombre que todo el tiempo me mire,
me soporte, me aguante mis desplantes
y me mire.
Di con mi otro yo, con mi alter ego,
y no fue suficiente.
Y pensábamos igual
y siempre le llevaré conmigo,
pero no fue suficiente
porque no me miraba todo lo que yo quería.

Tú me miras
y es como si me dijeras:
y ahora sé feliz, si tienes cojones.

---------

5 de mayo de 2010

2 comentarios:

  1. Es fantánstico! Puedo verte y verlo. Y oírlo diciéndote "...si tienes cojones!".
    Me encanta :)
    Soy tu fan, lo sabes.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, lo sé ;)
    Aunque creo que yo diría "si tié' cohone'"

    ResponderEliminar