domingo, 14 de noviembre de 2010

Quise ser de la noche

Sonó muy de mañana y nadie lo impedía.
En mi interior. Me dijo que estabas a mi lado.
Sólo un soplo de amor, derecho a la distancia,
directo a mi perdido sentido de lo exacto.

Compré un ramo de rosas y lo puse en mi casa
y me cedí el día libre para maravillarme,
para sentir tu vida en la mía y conmigo.
Y así, cada minuto, hasta que amaneciese.

Atrás queda la llave que no necesitaba,
perdidos mis preceptos para reconstruirlos.
Me encuentro deliciosa-
mente sorprendida,
irreflexiva-
mente ilusionada,
no me preocupo del sueño eterno del olvido
mas no olvido este sueño salido de la nada.

Quise ser de la noche para que me llevases
hasta que comprendí que nadie lo impedía.
Sonó muy de mañana. En mi interior. Me dijo
que nuestro es el momento en que comienza el día.