domingo, 30 de diciembre de 2012

He dejado de esperar

Ya no espero,
no espero que me mires
lo suficiente para que me veas.
Nunca supe que tan alto
pesara la esperanza
-ha sido enorme el deseo
que aparté del camino-,
que fuese más un lastre que una guía,
que supondría un dolor insoportable
pretender que agradecieses mi valor
de los años que fui tu compañera,
en que no distinguí lo mío de lo nuestro
y éramos uno solo ante la adversidad.

Yo renuncié a mis sueños por tus sueños,
esos que hoy se te han cumplido.
Y que no me arrepiento,
no me malinterpretes,
simplemente he dejado de esperar.

---------

4 de noviembre de 2012