sábado, 23 de julio de 2011

Planchar para no pensar

Me gustan las conversaciones cara a cara,
no me resigno a los chat
aunque a veces
yo también caigo en la trampa
de una conversación de dos horas que habría sido,
dónde va a parar,
mucho más agradable en el banco de una plaza.

Recuerdo un tiempo en que
para ver al chico que te gustaba
tenías que esperar a verlo pasar por tu ventana
camino del gimnasio.
Ahora
esperas verlo conectarse al facebook.
Dentro de poco
será imposible pasar un día solo.
Espero no comprarme nunca un aifon
¿te imaginas? tol día con el whatsApp
interrumpiendo pensamientos sin ningún interés
pero que al menos son tuyos,
pero que están ahí para algo,
para llenar tu vida de ti mismo,
eso de lo que todos huímos
                               con el facebook.

Yo también tengo mis técnicas:
planchar para no pensar,
planchar para no sentir.
Al menos no contamino
mi no sentir con ideas de otros,
con la excursión de fulana al Atacama,
con la pasión de mengana por la rumba.
Sed sinceros: no es lo mismo
que te lo cuente en persona marcándose unos pasos.
Como diría mi Sanz: es distinto.
Y a lo mejor me lo merezco.

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19 de julio de 2011

1 comentario:

  1. Pensar es como estirar los pensamientos, que son como papeles arrugados dentro de la cabeza. A lo mejor, si planchas fuera no planchas dentro, o a lo mejor es justo lo contrario... no se puede escribir sin pensar y tú escribes. Quizá dejarías de escribir si cambiases la plancha por el aifon. Mejor así, además, de paso tienes la ropa impecable.

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